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EL OFICIO DE ESCRIBIR EN LA ERA DE LA IA

La obsolescencia—la fantasía de que la función del escritor se vuelva anticuada o prescindible— se convierte en la sombra que acecha cuando el algoritmo nos devuelve una imagen de nosotros mismos mejorada, pero desprovista de nuestras grietas.

Para Lacan, el deseo es siempre deseo del Otro. La IA, como Gran Otro digital, refleja nuestros miedos más profundos: ¿Qué valor tiene nuestra voz si una máquina puede imitarla? Podría pensarse que cualquier profesional de la palabra —escritores, periodistas, poetas e inclusive psicoanalistas— es sustituible.

En más de un escritorio, alguien desesperado quizá busque en la IA resolver su existencia. Sin embargo, nada cambia sin esa intervención humana que encarna la palabra, permitiendo que el sujeto se rebele y se ilumine.

Imaginemos a un poeta que escribe un verso sobre la soledad. La IA lo reescribe con métrica perfecta, sin faltas ni irregularidades. Entonces, el poeta siente que su deseo —ese que lo sumerge en una interrogación genuina al escribir— ha sido usurpado por un espejo sin memoria.

Porque, como dijimos, la IA devuelve una versión mejorada de nosotros mismos, pero sin grietas. Y es en esas grietas donde suceden las cosas humanas: la crisis, la duda, la profundidad. Es ahí, en el marco de la belleza imperfecta, donde se ofrece a la humanidad un puñado de luz y verdad sobre la existencia.

¿Somos únicos si una máquina puede contar nuestra historia con elegancia técnica?

Ricoeur nos enseñó que nos construimos mediante relatos. Supongamos que un escritor desarrolla una novela basada en recuerdos de su infancia en un pueblo costero. La IA sugiere descripciones idílicas de playas, pero omite el olor a pescado podrido que marcó un día de su vida. Al escribirlo, el autor no solo describe, sino que expone una atadura biográfica: esa peste a marisco descompuesto que lo vinculó al dolor ajeno. Es el pescado podrido, como motivo sensorial y abyecto, lo que preserva la verdad ética y transformadora de la historia.

La sombra de la obsolescencia, entonces, es el temor a que nuestro sí mismo se diluya en un océano de palabras prefabricadas. Alejarla de nuestro camino creativo implica una acción ligada a nuestra capacidad de interrogar la existencia. Incluso si creemos que la respuesta está en el Otro, debemos cuestionar la escritura y su razón de ser.

Escribir desde el barro de la pérdida, desde lo abyecto (Kristeva), desde la muerte y todo aquello que nos recuerda la materialidad del cuerpo —lo que perturba los límites— nos permite entender que la IA, al escribir desde la asepsia, solo ofrece contornos vacíos.

Sobre ellos, podemos trabajar nuestra carnalidad: manchar de vida el mundo de algoritmos limpios. Lo que se vuelve obsoleto en el oficio no es la escritura, sino la producción de palabras sin esencia.

Y es justamente en la esencia —en esa interrogación que nos desgarra y nos une a lo humano— donde debemos poner en juego el sentido de la literatura y la razón fundamental de nuestro quehacer como escritores.

La IA, entrenada en corpus masivos, tiende a la homogeneización. La sombra aquí es el miedo a que nuestras voces únicas se pierdan en un coro de ecos predecibles.

Bajtín celebra la polifonía: voces múltiples en conflicto que dan vida a la textura social de una obra. Sin embargo, cuando la IA «corrige» un texto hacia un español neutro, puede borrar esa riqueza dialéctica.

Es tarea del escritor restaurar el caos de las voces reales, sosteniendo los parámetros histórico-culturales de sus personajes.

La sombra retrocede porque la verdad literaria es intransferible.

La literatura no busca respuestas universales, sino un puñado de verdad tan personal que, paradójicamente, resuena como eco de la humanidad entera.

En el viaje del héroe de Campbell, la sombra es el villano a enfrentar. Para el escritor contemporáneo, esa sombra es el miedo a la irrelevancia en un mundo donde la IA escribe más rápido.

Pero como todo héroe, debe cruzar el umbral:

1-Negación del llamado: «Nadie leerá mis textos si la IA escribe mejor».

2-Encuentro con el mentor (IA): Aprender sus herramientas sin caer en la ilusión de que sustituyen la voz propia.

3-Batalla con la sombra: Reconocer que el miedo a la obsolescencia no es una debilidad, sino un síntoma de humanidad.

4-Elixir: Descubrir que la IA jamás replicará su mito personal —esa amalgama de cicatrices, sueños rotos y esperanza que solo él puede narrar—.

A modo de conclusión: esta era nos empuja hacia una búsqueda de lo primordial. Lejos de la palabrería vacía, la literatura se afirma como una utopía privada (como diría Piglia), un espacio donde lo íntimo se vuelve universal, y la técnica se somete al fulgor de lo humano.

literature

  • La creación literaria
    April 3, 2025 at 3:13 AM

    En este artículo, te invitamos a explorar "El viaje del escritor", donde desentrañamos el fascinante proceso creativo que da origen a las masterpieces literarias. Aprenderás a encontrar la inspiración y a dominar las técnicas que te permitirán dar vida a tus propias historias. Además, compartiremos valiosos consejos sobre cómo transformar tu borrador en una obra maestra, guiándote a través de los pasos clave para perfeccionar tu creación literaria y llevar tu talento al siguiente nivel. ¡Es hora de liberar tu voz y dejar huella en el mundo de las letras!